1ª lectura: Números 21,4b-9; Salmo 78(77),1-2.34-35.36-37.38; Filipenses 2,6-11; Evangelio según San Juan 3,13-17.
Queridos/as hermanos/as:
¡Qué bueno es Dios!, que nos amó tanto, que envió a su único Hijo para salvarnos por su amor fiel hasta la muerte, y muerte de Cruz.
Celebramos hoy la Fiesta de la Exaltación de la Santísima Cruz. Es una nueva invitación de la Iglesia a profundizar sobre el Misterio de la Muerte y Resurrección de Nuestro Señor.
Como lo he dicho muchas veces, el proyecto de Dios era crearnos por amor, para amar y ser felices. Pero nuestros primeros antepasados rompieron este proyecto al dejar afuera de sus vidas al mismo Dios, rompiendo su relación con Dios, lo que trajo como consecuencia la ruptura de las relaciones entre los seres humanos, consigo mismos y con la Creación. La naturaleza humana tal como Dios la soñó quedó herida. A este hecho lo conocemos con el nombre de Pecado Original. Sin embargo, inmediatamente después que la infidelidad introdujo el sufrimiento en nuestra historia, Dios prometió un Salvador que sanaría todas las relaciones, reconciliando todas las cosas con Dios. Esta Promesa, esperada por siglos innumerables se cumplió en Jesús.
El fragmento de la Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses lo sintetiza de manera admirable. Es posible pensar este himno como un Movimiento circular que tiene su origen y final en Dios.
De esta manera se cumplió lo que el Evangelista Juan vio como prefiguración en el Libro de los Números: así como Moisés elevó la serpiente y los que la miraban quedaban sanos, así el Hijo del Hombre es elevado en la Cruz, y gracias a su amor fiel hasta la muerte, y muerte de Cruz, fuimos sanados, y quien fije los ojos en Jesús será salvado.
A este Dios que es tan bueno vamos a pedirle que nos ayude a tomar conciencia del significado y centralidad de la Cruz en nuestra fe. Y a María, nuestra Madre que nos ayuda, ella que como nadie supo perseverar firme en la fe aún al lado de la Cruz de su Hijo, que nos ayude a crecer en nuestra fe, para poder permanecer como ella firme aún en medio de las dificultades.
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